Las fincas renanas protegidas como monumentos históricos ofrecen desde hace más de 40 años un modelo de inversión atractivo y exitoso. Combinan el encanto histórico con la arquitectura moderna, lo que las convierte en inversiones residenciales y de capital únicas.
Aumento de valor y exclusividad
Las fincas, que están protegidas como monumentos históricos, se caracterizan por su arquitectura inconfundible y su alta calidad de construcción. Ofrecen una simbiosis única de elementos de estilo histórico y comodidades modernas, lo que les confiere un carácter exclusivo. Este tipo de inmuebles han experimentado un aumento considerable de su valor en las últimas décadas, lo que los convierte en una inversión segura.
Inquilinos satisfechos e ingresos por alquileres estables
Los residentes de las fincas aprecian la experiencia de vivir en un lugar especial y el ambiente histórico, lo que se traduce en un alto grado de satisfacción de los inquilinos y en bajas tasas de desocupación. Los alquileres suelen estar por encima de la media regional, lo que garantiza a los inversores unos ingresos por alquileres estables y superiores a la media.
Ventajas fiscales gracias a la amortización de monumentos históricos
Las inversiones en inmuebles protegidos como monumentos históricos permiten obtener importantes ventajas fiscales a través de la amortización de monumentos históricos, que puede ascender entre el 65 y el 72 % de los costes de inversión. Esto se garantiza mediante una estrecha colaboración con las autoridades de monumentos históricos, que supervisan la rehabilitación y restauración profesional.
Conclusión: las inversiones en fincas históricas de Renania son una opción rentable y con futuro debido a su importancia histórica, su potencial de revalorización y sus atractivas ventajas fiscales.